El dolor de rodilla, que normalmente se produce al andar o al realizar otras actividades que conllevan una inflamación y un desgaste de esta, puede tener múltiples causas y variar en función de diferentes factores, como pueden ser, entre otros:
- El sobrepeso
- Problemas en la pisada
- Patologías como la artrosis
- Lesiones
- Malformaciones congénitas
Estos factores determinan también en qué punto de la rodilla vamos a sentir esta molestia o dolor.
El modo de saber con certeza qué causa este dolor y cuál es el tratamiento pasa por un exhaustivo análisis médico, que puede incluir desde analíticas hasta pruebas como placas radiográficas o resonancias magnéticas. A partir de aquí podemos diseñar un plan de tratamiento personalizado que ofrezca al paciente resultados duraderos en el tiempo.
Aún así, conocer la ubicación del dolor puede darnos algunas pistas sobre su causa. Sigue leyendo si quieres saber qué patologías causan el dolor de rodilla e identificarlas en función de dónde se ubica este dolor.
Dolor detrás de la rodilla
Pese a que en el área trasera de la rodilla tenemos estructuras importantes, como arterias, nervios y los tendones flexores, el dolor en esta zona es muy poco frecuente. Esto es debido principalmente a que hay muy pocas patologías que causen dolor en la zona posterior de la rodilla.
- Una posibilidad en caso de sentir dolor en esta zona es una tendinitis o acortamiento de los flexores.
- Una segunda opción es sería un quiste de Baker, que no es más que un quiste de la cápsula posterior de la rodilla. Pero, de hecho, no estaríamos hablando de un dolor en sí mismo, sino más bien de una sensación de compresión o de tener un cuerpo extraño cuando ese quiste llega a un tamaño considerable.
- Ocasionalmente, podemos hablar también de una lesión del cuerno posterior, del menisco interno o del menisco externo, pero este dolor se detecta mayormente como un dolor medial (lado interno de la rodilla) o como un dolor lateral.
Dolor de rodilla lateral interno
El dolor en la zona medial (lateral interno) de la rodilla es mucho más frecuente que detrás de la rodilla. En la mayoría de los casos esta dolencia se atribuye a una lesión del menisco interno, pero existen varias posibles causas del dolor en la zona medial de la rodilla:
- Como hemos dicho, una afectación del menisco interno, normalmente provocada por el desgaste consecuencia del uso y la edad, aunque también puede producirse por una lesión.
- Una inflamación del ligamento colateral interno -una estructura que va desde la tibia hasta el fémur- que recubre el menisco interno y que mantiene estable la parte interna de la rodilla.
- Existe una tercera causa, especialmente común en mujeres o en personas que llevan una vida sedentaria: la bursitis anserina, también llamada inflamación del tendón ‘pata de ganso’.
Dolor de rodilla lateral externo
Por otro lado, el dolor en el lateral de la rodilla (zona externa) casi siempre se debe al menisco externo, que está menos afectado por el dolor que el interno.
Los dolores en esta zona de la rodilla suelen deberse a accidentes o lesiones deportivas, pero raramente están sujetos a una inflamación espontánea.
Dolor en la rodilla al andar
El dolor en la rodilla al andar es un problema común, normalmente relacionado con la artrosis.
La artrosis es un proceso degenerativo -desgaste- del cartílago de la rodilla, que suele manifestarse en personas mayores de cincuenta años. El dolor ocasionado por la artrosis normalmente se produce sólo al andar; es decir, que remite en situación de reposo. Si este dolor se mantiene por ejemplo estando sentados, nos encontramos ante una artrosis severa que probablemente se tendrá que resolver mediante una prótesis de rodilla.
Dolor de rodilla al flexionar
Sentir dolor al flexionar la rodilla también es algo común. Existen dos supuestos principales que pueden ser causantes de este dolor:
- A causa de una lesión de menisco.
- O a causa de una hiperpresión rotuliana externa. Se trata de una malformación congénita, donde la rótula está desplazada lateralmente o hay una rótula alta o una subluxación lateral externa. Esto provoca que, al doblar la rodilla por encima de 90 grados, se produzca una hiperpresión rotuliana -entre rótula y fémur, lo que a la larga da una contropatía rotuliana, que es el principio de una artrosis de fémur o patelar-. Esta no es la típica artrosis de rodilla, sino una artrosis que se genera entre la rótula y el fémur.
Dolor de rodilla en reposo
Es muy poco habitual que la rodilla duela en reposo. Como hemos comentado anteriormente, el dolor en la rodilla estando sentado o tumbado es un síntoma probable de una artrosis en estado avanzado.
En casos no tan severos, también existe la posibilidad de que se trate de dolor residual, consecuencia de la actividad diaria. En otras palabras, fruto del esfuerzo de caminar durante el día, se ha producido una inflamación que se mantiene temporalmente y que produce dolor, pero que remite con el reposo.
Dolor ligamento rodilla
Antes de nada, tenemos que saber que contamos con cuatro ligamentos en la rodilla:
- Ligamento lateral (exterior)
- Ligamento medial (interior)
- Ligamento cruzado anterior
- Ligamento cruzado posterior
En función de en cuál o cuáles de estos ligamentos se ubique el problema o la lesión, los síntomas serán diferentes. Por ejemplo, un problema en el ligamento cruzado anterior da inestabilidad a la rodilla y un leve dolor anterior, mientras que la inflamación de los ligamentos colaterales o los tendones posteriores va a causar dolor.
Otra posible patología es la inflamación del tendón rotuliano, que normalmente duele en la inserción con la rótula en su parte alta. Es lo que se conoce como ‘the jumpers knee’ -la rodilla del saltador-, ya que se trata de una inflamación insercional muy típica de los deportistas de salto.
Otro tipo de condición patológica que puede producir un dolor anterior de rodilla es la enfermedad de Osgood-Schlatter. Se trata de un problema del crecimiento del cartílago de la tibia en la parte alta, que consiste en la formación de una protuberancia en la inserción del tendón rotuliano, inflamándolo y causando dolor.
Tratamientos para el dolor de rodilla
Como hemos visto al principio de este artículo, la clave para tratar de forma efectiva el dolor de rodilla es un análisis en profundidad del paciente:
- Lo primero que vamos a hacer es una evaluación clínica, donde vamos a hablar con el paciente, saber más sobre el dolor que siente y analizar aspectos como su pisada o su postura.
- El siguiente paso es una analítica en profundidad, para evaluar diferentes parámetros clínicos que puedan estar agravando las patologías causantes de este dolor de rodilla.
- Del mismo modo, pueden ser necesarias pruebas de imagen como una placa radiográfica y una resonancia magnética.
Con toda esta información vamos a plantear un plan terapéutico personalizado.
En función de este diagnóstico médico contamos con varias opciones de tratamiento regenerativo, pudiendo combinarse entre sí:
- Sesiones en la cámara hiperbárica
- Terapias regenerativas
- Uso de citoquinas
- Tratamientos con monocitos
- Terapia de ozono
- Fisioterapia
- Infiltraciones de ácido hialurónico
El objetivo es no sólo la remisión del dolor de rodilla, sino que esta mejora tenga duración en el tiempo.