En este episodio de Corpore Sano vamos a hablar sobre los beneficios del ayuno intermitente, un plan de alimentación cada vez más popular que ha demostrado tener grandes ventajas para la salud. El ayuno intermitente consiste en modificar nuestro plan de comidas para alternar períodos en los que comemos de forma normal con períodos de ayuno, normalmente de entre 14 y 16 horas, restringiendo así la ingesta calórica diaria.
Al hacer esto llevamos a nuestro cuerpo a un estado de autofagia. Esto significa que nuestras células dejan de gastar energía en el acto de la digestión y se centran en procesos de reparación, quemando elementos perjudiciales para nuestro cuerpo como grasa, toxinas o la glucosa del hígado. Los beneficios del ayuno intermitente van mucho más allá de la pérdida de peso; se han demostrado mejoras en el control glucémico, la presión arterial y estrés oxidativo, con lo cual previene el envejecimiento.
Tipos de ayuno intermitente
El más común es el conocido como 16:8, en el que alternamos 16 horas de ayuno con 8 horas en las que seguimos nuestra dieta habitual, procurando eso sí que sea una dieta equilibrada.
Si queremos iniciarnos en el ayuno intermitente podemos empezar con un ayuno de 12 horas y más adelante pasar al 16:8.
Como truco para hacer este proceso más llevadero es aconsejable hacer coincidir el ayuno con las horas de sueño.
Otros tipos populares de ayuno intermitente son el 5:2 en el que ayunamos 2 días a la semana, con al menos 1 día de alimentación normal entre ellos, o el ayuno en días alternos, es decir, comer cada 2 días. Esta última es una forma más extrema de ayuno intermitente y sólo debe realizarse bajo supervisión de un especialista.