El 95% de las mujeres tiene una asimetría mamaria de mayor o menor grado. Normalmente es una asimetría leve, tanto en forma como en volumen, por lo que se lleva con total naturalidad y normalidad. No obstante en aquellos casos en que la asimetría mamaria es demasiado evidente, hay formas de corregirlo según el problema.
Los dos tipos más frecuentes de la asimetría mamaria, es que una de las mamas sea normal, tanto en forma y volumen, y la otra sea demasiado grande o demasiado pequeña. En el caso de que sea demasiado grande, lo que se ha de hacer es una reducción de la mama hipertrófica de la mama mayor, para igualarla tanto en posición como en volumen con la mama con la que la paciente está satisfecha. En este caso la mama reducida tendrá unas cicatrices en forma de T invertida. En el caso que la mama afecta sea demasiado pequeña, es posible aumentarla mediante grasa, o mediante una prótesis mamaria. Si la paciente tiene suficientemente grasa en el resto de la silueta corporal para inyectarla en la mama a tratar, no sólo conseguiremos la misma forma y volumen a la mama correcta, sino que también obtendremos el mismo tacto. Siempre es recomendable realizarlo mediante grasa, pero si la paciente no dispone de grasa suficiente, entonces se realizará el aumento de pecho mediante una prótesis de gel de silicona.
Existen casos más complejos en el que no sólo hay una asimetría mamaria, sino que también hay una deformidad unilateral del hemitórax. En estos casos es necesario realizar diferentes pasos para lograr una uniformidad en las mamas.
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