Hoy en Corpore Sano vamos a presentar otra novedad en el campo de la cirugía plástica y estética, concretamente relacionada con el postoperatorio. Se trata de la terapia de frío postquirúrgica, también conocida como hiloterapia.
Está técnica consiste en aplicar frío en las zonas afectadas por la intervención mediante un dispositivo que distribuye agua fría a través de un circuito cerrado. Es apta para la mayoría de cirugías, ya que se puede aplicar en casi cualquier zona del cuerpo y en el rostro.
Entre sus principales beneficios, disminuye las molestias y la inflamación, así como la aparición de hematomas y moratones.
También modera la necesidad de analgésicos, ya que disminuye la intensidad del dolor y acorta el tiempo de recuperación funcional. O en otras palabras, nos podemos reincorporar más rápidamente a nuestras actividades cotidianas.