Hoy en Corpore Sano vamos a hablar de un nuevo tratamiento que está revolucionando el campo de la medicina estética: el tratamiento HIFU. Esta tecnología ofrece un tensado de la piel, tanto corporal como facial, sin necesidad de cirugía.
¿Cómo funciona el tratamiento HIFU?
Antes de nada, debemos recordar cómo es la anatomía de la piel y de los tejidos del rostro:
- Existe la piel, con su epidermis
- Sus dos capas de dermis: superficial y profunda
- El tejido subcutáneo
- Y en el nivel más profundo el SMAS y la musculatura de la cara.
La tecnología HIFU, siglas en inglés de Ultrasonido Focalizado de Alta Intensidad, actúa en esta capa más profunda de la dermis, consiguiendo un mayor efecto en el tensado de la piel. Así, el efecto de HIFU permanece en la capa más profunda de la piel haciendo de sostén y trabaja de dentro hacia afuera.
HIFU facial
En la zona facial, este lifting sin cirugía se puede aplicar en la totalidad del rostro: tanto en la zona del arco mandibular como en párpados, frente, ojeras y cejas. También en el cuello, para combatir la flacidez y la papada.
HIFU corporal
En la zona corporal se utiliza para tratar la flacidez, ya sea por edad o por pérdida de peso, en zonas tan diversas como los flancos, el abdomen, los brazos o los glúteos.
¿Cuántas sesiones de HIFU son necesarias para tener resultados?
Los primeros efectos de HIFU son visibles inmediatamente, pero hasta 30 días después del tratamiento se van acentuando los resultados. Dependiendo del caso se recomiendan entre 1 y 3 sesiones anuales, con un mínimo de 4 meses de separación entre ellas o solo 2 meses si es en la zona corporal.
Es un tratamiento indoloro y no requiere recuperación ni anestesia.