Hoy en Corpore Sano vamos a hablar sobre cómo se realiza una reducción de pezón. Antes de nada, debemos aclarar que no estamos hablando de la areola sino del botón del pezón. Cuando este pezón es demasiado protuberante, más allá de que pueda resultar poco estético, podemos sufrir molestias físicas a causa del roce de la ropa que puede provocar irritabilidad.
La reducción de pezón a menudo se realiza a la vez que otras cirugías de pecho, como puede ser la reducción mamaria. Cuando no es así, se trata de una sencilla intervención de unos 30 o 45 minutos de duración, ambulatoria y con anestesia local.
La cicatriz resultante quedará en la base del pezón, casi imperceptible, con lo cual la paciente no tendrá ningún problema en mostrar el pecho. El postoperatorio es también rápido y liviano, el paciente puede reincorporarse a su rutina diaria en tan solo 24 horas. Esta cirugía puede combinarse con la reducción de areolas, aunque en este caso la cicatriz sí es algo más visible pero muy aceptable si se siguen los consejos del cirujano para una correcta cicatrización.
Y un consejo para el postoperatorio: evitar los esfuerzos físicos y la exposición solar durante las primeras semanas.