Aunque el aumento mamario con implantes sigue siendo la operación de cirugía estética más realizada en todo el mundo, muchas veces llegan pacientes a las consultas con el deseo contrario, es decir, el de retirar los implantes de pecho.
Esto puede ser por muchos motivos. En algunos casos por complicaciones como son los encapsulamientos, otras veces por insatisfacción con el resultado, ya sea justo después de la cirugía o después de un tiempo, tal vez por cambios físicos como puede ser pérdida de peso. También hay casos en los que la paciente simplemente ha vivido cambios en su vida, en sus prioridades y aprovechando que llega el momento de cambiar de prótesis decide no realizar la sustitución.
Lo primero que hay que decir es que retirar los implantes de pecho es totalmente posible a nivel médico, se realiza en una intervención con anestesia general, similar a la de aumento mamario, en la que en lugar de insertar estos implantes vamos a retirarlos.
Por lo tanto, la preocupación real de las pacientes que se ven en esta situación es otra: ¿Qué aspecto tendrá mi pecho si me quito los implantes?
Esto dependerá de muchos factores, como características físicas de la paciente, el tiempo que ha pasado desde la intervención o el tamaño de las prótesis. En el caso de una intervención realizada hace años con unas prótesis de tamaño considerable el escenario más probable es un pecho caído por la distensión de la piel.
No obstante existen técnicas que nos permiten solucionar parcialmente este problema y lograr un resultado satisfactorio. Elegiremos una u otra en función del caso:
- La primera es realizar en la misma intervención una elevación de pecho. Esta opción es la apropiada cuando nos encontramos ante un pecho caído.
- La segunda es injertar grasa de la propia paciente en las mamas, retirándola de alguna zona del cuerpo acordada con la paciente. Con esto lograremos rellenar las zonas del pecho que hayan quedado vacías al retirar la prótesis.