Queloides: cómo tratarlos

queloides

En el anterior episodio de Corpore Sano hablamos sobre los cuidados que debemos aplicar a las cicatrices tras una cirugía. No obstante, en ocasiones estos cuidados no son suficiente y pueden aparecer los llamados queloides.

Las cicatrices queloides son cicatrices que desbordan los límites de la herida, creciendo desproporcionadamente. La cicatriz presenta un aspecto rojizo, abultado, duro y en muchas ocasiones produce picor.

Existen diferentes tratamientos para combatir los queloides:

  1. La presoterapia
  2. Tratamientos con láser colorante pulsado, ResurFx o Co2 dependiendo de la cicatriz.
  3. La aplicación intralesional de corticoides
  4. La Braquiterapia

 

La braquiterapia consiste en la irradiación de ese queloide mediante una fuente de radioterapia. En las cicatrices más largas y grandes se irradia de forma directa; en el caso de que éstas sean pequeñas se extirpan quirúrgicamente.

Esto se hace dejando un catéter muy fino dentro de la herida y suturándola de nuevo. A través de este catéter emitimos la radioterapia, controlada por un ordenador, para saber en qué zona emitir más o menos energía. De esta forma se conseguirá un tejido hipóxico, hipovascular e hipocelular que evite la migración excesiva de fibroblastos a la zona y se obtendrá una cicatriz correcta y más estética. En ocasiones, según el caso, se realiza sin el cateter.

La braquiterapia tiene un porcentaje de éxito del 95%, es el más efectivo de los tratamientos que hemos mencionado. Su desventaja es su elevado coste por lo que normalmente se prueban primero las anteriores alternativas y se recurre a la radioterapia en los casos más difíciles.

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