La cirugía estética masculina está cobrando fuerza, ya que los hombres cada vez se preocupan más por su imagen, se cuidan más a todos los niveles y se interesan por aquellos tratamientos que les ayudan a combatir el paso de los años.
Al principio de esta nueva tendencia el interés de los hombres por la cirugía estética estaba centrada en muy pocas intervenciones, como el microinjerto capilar. Actualmente podemos detectar un incremento en la demanda de intervenciones enfocadas en 2 objetivos:
- Combatir el envejecimiento. Los hombres quieren verse jóvenes, cuidados y descansados y uno de los rasgos en los que más se fijan es en la mirada. Además de que en la situación que vivimos actualmente, con las mascarillas, videollamadas, etc; hace que la mirada cobre especial relevancia.
Reducir las bolsas y ojeras y deshinchar los párpados nos ayudará a lucir una mirada descansada, joven y más intensa. Para ello contamos por ejemplo el Nanofat, una sencilla técnica con la que eliminaremos la coloración oscura de las ojeras mediante la infiltración de grasa propia del paciente. También es muy interesante la utilización del IPL, que mediante luz intensa pulsada elimina manchar y arrugas y mejora el tono y la textura de la piel.
- Lo que llamamos la masculinización del rostro, es decir, potenciar aquellos rasgos faciales que crean una imagen más masculina y atractiva. Los principales son:
- El mentón
- La mandíbula
- Los pómulos
Hacer que estos 3 rasgos tengan unas dimensiones adecuadas tendrá como resultado un rostro más armónico. En los 3 casos, dependiendo de las características de cada paciente, se puede conseguir mediante implantes, mediante la inyección de ácido hialurónico o mediante la inyección de grasa del propio paciente.