El fenómeno de aumento de peso durante el período de la menopausia es debido a cambios hormonales que favorecen el aumento de grasa alrededor del abdomen, cadera y muslos.
En primer lugar, se reducen los niveles de leptina y betaendorfina, las hormonas encargadas de la regulación del apetito y de la sensación de hambre. También aumenta el nivel de la hormona galanina, que favorece la ingesta de grasas.
Al empeorar la calidad del sueño, el nivel de la hormona grelina aumenta, y ésta aumenta la sensación de apetito.
Por último, la reducción del metabolismo basal, es decir, la velocidad de quemar las calorías en reposo, provoca que el consumo calórico sea inferior y por tanto se aumente de peso.
Actualmente, las herramientas más eficaces para combatir este aumento de peso durante la menopausia son tener una buena alimentación y realizar ejercicio físico para incrementar el gasto calórico.