Este tratamiento celular del rostro consiste en procesar la grasa extraída de la liposucción. La grasa se procesa mediante un lavado y se centrifuga, con el fin de separar las diferentes fracciones de lo extraído, separando así los restos de anestésico, de sangre, y los restos de aceite de las células que se han traumatizado en el proceso de extracción, para quedarnos sólo con la grasa compacta y viva. Mediante una digestión enzimática, se aíslan las células que contiene esta grasa compacta y que se encuentran en buen estado, para inyectarlas en el rostro del paciente para que ejerzan sus propiedades rejuvenecedoras en un proceso fisiológico del paciente.
Una vez realizado el proceso de separación y purificación, conseguimos un conjunto de células mesenquimales SVF, que son células adultas. Estas células mesenquimales se inyectarán en el rostro de la paciente mediante unas agujas muy finas de 31 g, que tienen la longitud determinada para poder tener la profundidad que deseamos conseguir en la inyección del producto.
El tratamiento celular del rostro finaliza mediante la mesoterapia donde se inyectan por toda la cara estas células que hemos obtenido, y así lograr el rejuvenecimiento del paciente.
