Rinoplastia | Cómo corregir una nariz hundida

Nuevo capítulo de #corporesano para @lavanguardiatv, donde hoy explico cómo realizar una rinoplastia, o cirugía de la nariz, concretamente en el caso de una nariz hundida. Utilizando cartílago o hueso del propio paciente, según los casos, conseguimos equilibrar el aspecto de este tipo de narices caracterizadas por una depresión de su dorso.

Las alteraciones en la forma de la nariz es una de las preocupaciones estéticas más frecuentes, y éste es el motivo por el cual la rinoplastia se encuentra en el podio de las intervenciones de cirugía estética.

La nariz hundida, se caracteriza por una depresión del dorso nasal, es decir una falta de estructura en el punta nasal, y para ello hay que aportar un material para poder volver a darle estructura a este dorso nasal. En función del grado de hundimiento de la nariz, necesitaremos un material mas o menos rígido, que dé mayor o menor soporte al dorso nasal. Así en grandes hundimientos, es necesario aportar hueso de la misma persona, normalmente de la pelvis. Este hueso se transporta desde la pelvis hasta el dorso nasal y dando una estructura mas proporcionada corrigiendo esta nariz hundida. Cuando el grado de hundimiento es más moderado, se puede aportar cartílago para ayudar a reconstruir el dorso nasal, curvando este cartílago para crear la forma de teja y dar así la forma curva del puente nasal. Para los casos más leves, se utiliza la lámina de regeneración dérmica, que consiste en una matriz regenerativa que a lo largo del tiempo desaparece, pero ayuda a crear la propia dermis del paciente que regenera la dermis del propio paciente.

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