La Clínica Planas crea un decálogo a seguir para protegerse del sol
Con el objetivo de informar acerca de las cuestiones que deberían tenerse en cuenta en el cuidado de la piel al exponerse al sol, la Dra. Cristina Schepers, dermatóloga, recoge en un decálogo los consejos básicos para lucir un bronceado uniforme, perfecto, y sin efectos nocivos
para la piel.
A pesar de que está comprobado que tomar el sol mejora el ánimo de las personas, la exposición en ciertos horarios y sin protección, produce desde fotoenvejecimiento cutáneo (arrugas, machas solares, flacidez cutánea y deshidratación de la piel), quemaduras graves y tumores cutáneos malignos, incluso, melanoma debido a que el daño producido es irreversible y acumulativo. Por eso, esto que nos hace disfrutar puede resultar también perjudicial si no se toman una serie de medidas preventivas para nuestra piel.
Decálogo, consejos fundamentales sobre el cuidado de la piel durante la exposición solar
1. Cuidar la piel durante todo el año
Mantener la piel en perfectas condiciones durante todo el año mediante peelings periódicos y una correcta hidratación, e intensificar estos cuidados unas semanas antes de la exposición solar.El tratamiento de Bioestimulación Lumínica está basado en la dermatología clínica, donde se utilizan diodos que emiten luz visible de banda estrecha de distintos colores con la finalidad de estimular las células dérmicas y epidérmicas. Éste es un tratamiento ideal para prepara la piel de cara a las primeras exposiciones solares ya que reduce la respuesta inflamatoria de los rayos ultravioleta sobre la piel.
2. La dieta también ayuda al bronceado
Tomar alimentos como la zanahoria y el tomate, ricos en carotenos, facilitan la producción de melanina; y alimentos ricos en vitaminas B y E, como el pescado y las legumbres, que evitan la deshidratación y la descamación y prolongan el bronceado.
h
3. Exposiciones progresivas
Exponer la piel al sol de forma progresiva, en sesiones cortas durante los primeros días. Se debe evitar el uso de productos que contengan alcohol y perfumes (colonias, desodorantes). Y evitar exponer la piel cuando la luz ultravioleta es más intensa: de 12h a 17h.
j
4. Aplicar correctamente las cremas solares
Utilizar un factor de protección adecuado al tipo de piel y a las condiciones de exposición solar, y aplicarlo de forma correcta. Se recomienda aplicarlo media hora antes de la exposición y repetir el proceso cada 2 o 3 horas, especialmente tras el baño. Hay que tener en cuenta que tan perjudiciales son para la piel los rayos del sol en días nublados como en los soleados y que el sol se refleja en superficies como el agua.
Si la crema es de la temporada pasada y no ha estado guardada en un sitio fresco, es conveniente no reutilizarla ya que puede haber perdido sus propiedades.
l
5. Proteger los ojos
Utilizar gafas de sol se convierte en imprescindible a la hora de exponerse al sol. Hay que tener en cuenta que cumplen una función de protección del 100% frente a las radiaciones ultravioletas. Más allá del aspecto estético, hay que tener en cuenta que los cristales estén homologados ya que unas gafas de mala calidad puede ocasionar importantes daños en la córnea y en la conjuntiva, así como en el cristalino y la retina.
l
6. Hidratarse
Llevar siempre una botella de agua cuando vayamos a tomar el sol. Es importante beber agua o zumos de fruta con frecuencia ya que una piel bien hidratada también nos cuidará frente a los rayos solares.
k
7. Precaución si se toman medicamentos
Si en el momento de la exposición solar se están tomando medicamentos como anticonceptivos, antibióticos, antiinflamatorios, diuréticos, etc… habría que consultar al médico de las consecuencias ya que muchos producen manchas en la piel si los combinamos con la exposición al sol.
k
k
8. No hay que olvidarse del cabello
En general, prestamos poca atención al cuidado del cabello cuando nos exponemos al sol y deberíamos saber que es una parte de nuestro cuerpo que también sufre daños: pierde resistencia, brillo y suavidad. Las puntas se abren y el cabello se debilita. Mantenerlo hidratado con productos específicos o protegerlo con un gorro, pamela o pañuelo puede ser de gran ayuda para cuidarlo.
l
9. ¿Y después qué?
No debemos pensar que el cuidado de la piel acaba en la playa, la piscina o el campo. Tras la exposición solar es conveniente exfoliar la piel e hidratarla para que ésta no presente un aspecto seco y rugoso. Debemos tener en cuenta a la hora de escoger un producto “after sun” que cumpla las siguientes propiedades: debe ser calmante, suavizante, hidratante, antiinflamatorio y regenerador. De esta manera, conseguiremos un bronceado uniforme y duradero.
10. Ante cualquier duda, acude a un especialista
Si tras la exposición continuada al sol se descubre alguna lesión pigmentada nueva en la piel que resulte sospechosa o cualquier cambio en alguna lesión ya existente, se debe acudir a un dermatólogo rápidamente. Se recomiendan controles al menos anuales por parte del dermatólogo de las lesiones pigmentadas de la piel.