La tendencia hacia una demanda de medicina estética sin excesos es un hecho que venimos constatando en las clínicas especializadas. Cada vez son más los pacientes que optan por mejorar su aspecto con retoques que no alteren su físico de forma radical.
Así lo afirma el Dr. Rafael Serena, miembro del equipo médico de la Clínica Planas, en un artículo que publicó La Vanguardia al respecto. Serena apunta en el artículo que “hay un cierto escarmiento” y que, por otra parte, ya “no hay ese rechazo social a ir madurando y envejeciendo que antes veíamos. Importa más tener luz, no verse defectos, manchas, poros o esas arrugas y descolgamientos que dan aspecto de cansado”. En este sentido, conviene recordar que técnicas como el resurfacing o tratamiento láser de las arrugas faciales, el IPL (Luz Intensa Pulsada) para unificar e iluminar el rostro o el tratamiento con plasma rico en factores de crecimiento para el rejuvenecimiento facial, son algunos de los tratamientos más novedosos que están teniendo una gran aceptación por sus resultados naturales.
A las palabras del Dr. Serena en el artículo de La Vanguardia, me gustaría añadir que desde Clínica Planas siempre hemos defendido el valor de potenciar la belleza de cada persona respetando sus rasgos personales, y por tanto defendemos una medicina estética sin excesos. Así, en la aplicación de técnicas como el tratamiento arrugas: inyecciones con sustancias que bloquean los músculos, siempre he recomendado que se debe alcanzar un punto de naturalidad para que la expresividad no se vea afectada.
Como todo, también la medicina estética debe aplicarse en su justa medida.
Podéis leer el artículo íntegro en este link: “La demanda estética tiende a métodos que no alteren la imagen que uno tiene de sí mismo”.