La reconstrucción de una nariz con el regenerador dérmico permite regenerar la dermis del paciente para darle la forma deseada. De esta manera, se puede incrementar el tamaño y/o modificar el ángulo naso-frontal. La técnica consiste en la aplicación de una lámina de regenerador dérmico en el interior de la nariz para que ésta genere mayor grosor de la dermis en el lugar donde se ha colocado.
Como señalo en el aparatado de conclusiones del artículo, se trata de una técnica sencilla que acorta la estancia hospitalaria y evita las complicaciones postoperatorias que puede ocasionar otro tipo de intervenciones: visualización de los bordes del injerto, la reabsorción parcial y, en algunos casos, un leve desplazamiento. Por el contrario, el regenerador dérmico, constituido por una lámina de matriz porosa de fibras de colágeno y glicosaminoglicanos, consigue la regeneración de la dermis del propio paciente.
En este enlace, podéis consultar los detalles de cada uno de los casos explicados en el artículo: “The Use of IntegraTM in Rhinoplasty”.