Hasta los 35 años de edad, el tejido colágeno es flexible y permite lucir una piel tersa y flexible. Con el paso del tiempo van apareciendo las secuelas del daño celular visibles en el rostro. Afortunadamente, existen soluciones que permite acelerar la producción de esta molécula, combatiendo así el deterioro de la textura de la piel. Cuando aparecen síntomas de arrugas y descolgamiento cutáneo, el diagnóstico es claro: nos falla el colágeno, partícula reparadora natural de la piel. Se trata de una molécula que está presente en nuestro organismo, concretamente, está localizado entre la epidermis y los músculos. El colágeno pertenece a uno de los tipos de proteínas fibrosas, como la queratina o la elastina. Sin embargo, la influencia del colágeno en el buen aspecto de la piel es decisiva, ya que el 80% de las proteínas de su interior están compuestas de él. Asimismo, existen diferentes tipos, dependiendo de su localización y actividad. De estos trece, hay cinco que intervienen de modo determinante en la tersura y tonicidad de la dermis. Provee apoyo estructural a la piel, los músculos, tendones y huesos. El colágeno da a la piel textura, elasticidad y forma. Hasta aproximadamente la edad de 35 años, el organismo es capaz de generar la cantidad suficiente de moléculas de colágeno como para mantener una apariencia joven. No obstante, a partir de cierto momento, se ralentiza su creación, lo que provoca un aspecto más flácido y rugoso. El deterioro de la piel va íntimamente ligado a la modificación de la estructura de esta proteína. Por fortuna, no es una batalla perdida, ya que existen varios remedios que nos permiten combatir la escasa producción natural de colágeno, logrando reactivar la firmeza y elasticidad de la piel. La calidad y el óptimo funcionamiento de esta molécula puede acelerarse con la ayuda de cosméticos, dietas concretas y, últimamente, con tratamientos estéticos.
Soluciones cosméticas
Un cosmético puede ser capaz de acelerar la producción de esta molécula y mejorar la textura de la piel. Si se manifiestan síntomas como piel opaca, líneas de expresión e incluso estrías, es el momento de detener su evolución recurriendo a cremas especializadas. Las cremas con retinoides son las más eficaces a la hora de estimular la síntesis de colágeno. Para su utilización se recomienda el consejo dermatológico, ya que será el especialista es que indica el tipo de producto, así como su concentración, para maximizar los efectos evitando los problemas de irritación que pueden ocasionar.
Consejos Dietéticos
Una dieta adecuada puede reforzar la producción de colágeno, así como retrasar la degeneración de la piel. La estimulación del colágeno es salvoconducto para evitar la aparición de manchas, surcos y arrugas, por lo que la nutricosmética puede jugar un papel decisivo. Se puede acelerar el proceso de producción de colágeno mediante una dieta rica en proteinas verduras y fruta.
Tratamientos estéticos para la producción de colágeno
Una de los principales retos de la medicina y cosmética radica en descubrir como se mejora y estimula la síntesis del colágeno para combatir el envejecimiento. Actualmente existen métodos no quirúrgicos muy efectivos que ayudan a lidiar con la lucha antiedad. Existen tratamientos no quirúrgicos para estimular la síntesis de colágeno como la radiofrecuencia, el tratamiento rich, la estimulación tisular con acido poliláctico y ácido hialurónico. Entre los tratamientos no invasivos que estimulan la resistencia y elasticidad de la piel destacan:
- RICH: se trata de unas infiltraciones cutáneas que previenen la oxidación y proporcionan un alto grado de hidratación.
- Thermacool: rejuvenece y tensa la piel a través de un sistema de radiofrecuencia, capaz de estimular la producción de colágeno, con resultados espectaculares en una sola sesión.
- Luz Pulsada: Con ella conseguimos mejorar el tono de la piel, atenuar manchas y rojeces, además de estimular la producción de colágeno, haciendo que la piel luzca más radiante.
La última tecnología en medicina estética que se utiliza para mejorar la firmeza y la tersura de la piel tiene dos objetivos principales: contraer las fibras de colágeno y estimular su producción. Ya no hay excusa para no lucir una piel perfecta, libre de manchas y arrugas. Una buena alimentación, constancia a la hora de aplicarse cremas adecuadas y, de vez en cuando, un tratamiento de potenciación de colágeno, nos van a permitir presumir de una piel tersa, firme, resistente y flexible más allá de los 35 años.