Prolapso rectal: qué es, síntomas, causas y tratamiento

prolapso rectal

Los problemas de salud que afectan a nuestras partes íntimas, habitualmente, generan pudor y vergüenza: por este motivo hay muchos pacientes que evitan o retrasan la consulta médica; sin embargo se trata de patologías que, si son evaluadas por un profesional especialista, suelen tener solución.

¿Qué es un prolapso rectal?

El prolapso rectal es una patología en la cual la parte final del intestino grueso, llamada recto, se descuelga y sale a través del ano.
La cantidad de recto que puede salir es variable y puede ser mínima (parecida a hemorroides) o completa (cuando todo el recto sale por fuera). En fase inicial, el prolapso puedes ser oculto y no verse por fuera del ano: esta situación se conoce también con invaginación rectal o recto-anal, ya que el recto se introduce en el canal anal sin llegar a salir. Con el paso del tiempo puede progresar a un prolapso rectal externo, parcial o completo. Esta patología es posible en ambos sexos aunque es mucho más frecuente en mujeres, ya que las gestaciones, los partos y los cambios hormonales, junto con las diferencias anatómicas de la pelvis, son factores que debilitan la estructura musculo-ligamentosa pélvica.

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Síntomas de un prolapso rectal

Los síntomas del prolapso rectal varían en función del grado: el más común en fase temprana, cuando el recto aún no sale por el ano, es la dificultad para realizar deposiciones; en ocasiones esa forma de estreñimiento se asocia a sensación de tapón anal, peso perineal, dolor pélvico o sangrado. En fase más avanzada, cuando el prolapso se exterioriza a través del ano, puede dar prurito, ensuciamiento o incontinencia fecal, escozor o dolor anal y sangrado. Si el prolapso es externo y persiste sin tratamiento durante años, puede asociarse a incontinencia anal severa por debilitamiento de la musculatura esfinteriana.

¿Qué causas lo provocan?

Las causas que pueden provocarlo son el estreñimiento de larga evolución asociado a constantes esfuerzos defecatorios, el envejecimiento de las estructuras de sujeción del suelo de la pelvis, las gestaciones y los partos y las lesiones neurológicas medulares. En pacientes jóvenes, puede existir cierta predisposición anatómica por hiperlaxitud ligamentosa pélvica.

¿Cuántos grados hay?

Puede haber diferentes grados de prolapso rectal: hay pacientes que confunden el prolapso rectal con unas hemorroides (en ese caso se suele tratar de un prolapso de mucosa rectal y no de toda la pared del recto) otros que notan que, después de una defecación, sale algo de intestino por el ano y deben reintroducirlo manualmente; finalmente habrá pacientes que pueden requerir una valoración urgente porque no consiguen reintroducir el intestino a través del ano. No hay que olvidar que, en fase inicial, el prolapso rectal no se ve (oculto) y se manifiesta como estreñimiento.

¿Tiene tratamiento el prolapso rectal?

Dependiendo del grado de prolapso rectal, existen diferentes opciones de tratamiento aunque todas quirúrgicas, salvo casos con pocos síntomas que pueden ser susceptibles de manejo conservador.

La cirugía para corregir el prolapso rectal se puede realizar a través del abdomen, hoy en día mediante una cirugía laparoscópica en la mayoría de los casos; alternativamente, la intervención se puede realizar a través del ano. El tipo de cirugía elegida será indicada por el especialista que hará un diagnóstico personalizado según el tipo de prolapso y según las características del paciente.

En Clínica Planas tenemos una Unidad Integral de Proctología que te proporcionará una atención completa, especializada y moderna, para una valoración diagnóstica precisa y diferentes opciones de tratamientos actuales y personalizados.

¿Se puede curar sin cirugía?

Si realmente la causa de los síntomas referidos por el paciente es un prolapso rectal, el único tratamiento resolutivo es una intervención quirúrgica. En algunas ocasiones, por casos leves, se puede demorar la cirugía intentando mejorar la dieta, los hábitos y uso de laxantes, aunque a largo plazo el manejo será quirúrgico.

¿Qué sucede si no me opero de prolapso rectal?

Normalmente, cuando el especialista indica una operación para corregir un prolapso rectal es porque el paciente no puede llevar una rutina diaria, laboral y social normal y su calidad de vida empeora. Por lo tanto, se trata de una intervención dirigida a mejorar la calidad de vida del que padece dicho problema de salud. Esperar puede llevar a un empeoramiento del grado de prolapso y eso condiciona que la técnica quirúrgica pueda ser más o menos agresiva. Es decir, que un prolapso mucoso puede ser tratado con una cirugía poco invasiva desde el ano (extirpación de la mucosa prolapsada y plicatura de la pared rectal), mientras que un prolapso completo puede precisar una resección completa del recto a través del ano o una sujeción del recto desde el abdomen.

¿Cuánto tiempo dura la recuperación de la cirugía?

Una de las preguntas más frecuentes que se hace la gente que tiene un prolapso rectal es si, después de la cirugía, estarán incapacitados varios días.
La recuperación dependerá del tipo de intervención: si la operación se hace por el abdomen y por laparoscopia, en 2 días el paciente puede estar en casa y en 7-10 podría reanudar su vida casi normal, pero evitando esfuerzos importantes. Si la operación se realiza a través del ano, el paciente quedará hospitalizado entre 2 y 4 días y se recuperará (salvo complicaciones) en 2 semanas.

TRATAMIENTOS RECOMENDADOS

Prolapso rectal

El prolapso rectal se trata únicamente con cirugía. La corrección del prolapso puede efectuarse a través del abdomen con cirugía laparoscópica o con cirugía abierta.

Hemorroides

Además del tratamiento quirúrgico de las hemorroides, existen novedosas técnicas no quirúrgicas aplicables en determinados casos y que permiten terminar con los problemas típicos de esta patología.

Fístula anal

Las fístulas precisas un tratamiento precoz ya que pueden complicarse en forma de abscesos o ramificaciones. La fistulotomía es el procedimiento más eficaz que garantiza el más alto índice de curación.

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