Alimentación sana y equilibrada

alimentación sana y equilibrada
alimentación sana y equilibrada

¿Qué quiere decir una alimentación sana y equilibrada?

Realmente hablar de sano (o que no dañe nuestro cuerpo) y equilibrado (que no altere nuestras reacciones químicas internas), son términos muy amplios.

La composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física) , el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios.

Por ejemplo: en países asiáticos hay una gran cultura acerca de la soja, el arroz, beber te …..en el norte de Europa comer grandes cantidades de salmón, arenque,….en los países mediterráneos comemos más frutas, verduras , aceite de oliva…..y así podemos seguir dependiendo del lugar geográfico y de sus culturas.

Por otro lado, el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios. Esto ha llevado a las personas a que consuman más alimentos hipercalóricos, grasas no sanas, azúcares libres y sal; ya que son muchas veces alimentos más atractivos y con un sabor particular que nos cautiva.

La publicidad sin duda es un factor importante en la elección de algunos alimentos, aunque no debería ser así.

Al final de todos estos cambios ocurre que muchas personas no comen suficientes fruta, verdura y fibra dietética en su alimentación. En consecuencia, esto alterará nuestra homeostasis o equilibrio interno produciendo algunas enfermedades.

La alimentación evoluciona también con el tiempo, veremos que influyen muchos factores socioeconómicos que interactúan de manera compleja y determinan modelos dietarios personales. Entre esos factores cabe mencionar los ingresos mensuales de cada persona (familia) y los precios de los alimentos. La economía de cada familia será un factor limitante a tener en cuenta para valorar que una alimentación sea más o menos sana.

En resumen, tener una alimentación sana y equilibrada será aquella que nos haga sentir con energía y vitalidad, siguiendo además las pautas que la OMS nos facilita para poder mantener de una manera óptima nuestra homeostasis interna y sobretodo que nuestros órganos y sistemas puedan funcionar eficazmente. Además, debería ser asequible económicamente para toda la población.

Dra. Marta Grau

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