El uso de zapatos de tacón en las mujeres es algo históricamente arraigado en nuestra sociedad y a menudo se considera símbolo de belleza, elegancia o estatus. Pero es importante hablar también sobre las consecuencias que el uso de tacones tiene sobre nuestros pies.
Sigue leyendo si quieres saber qué causa el dolor de pies por el uso de tacones y algunos trucos y consejos para evitarlo.
Causas del dolor de pies por tacones
El uso continuado de zapatos de tacón puede tener como consecuencia dolor de pies pero también otros problemas como dolores de espalda. El motivo es que el uso de este tipo de calzado modifica:
- La manera de caminar
- La manera en la que nuestro pie se relaciona con el suelo
- Nuestra postura corporal
El cambio que el uso de tacones supone en nuestra postura es algo que debemos tener muy en cuenta. Al elevar el talón el centro de gravedad del cuerpo se desplaza hacia adelante, generando una mala distribución de fuerzas y una mayor carga en el antepié. Esta sobrecarga es la principal causa de este dolor de pies.
Otro motivo es que normalmente las suelas de los tacones son duras, por lo que no tienen capacidad de absorber impacto. Si sumamos esto al cambio del centro de gravedad tenemos como consecuencia dolores en los pies y en la espalda, pero también en las rodillas, que se flexionan y en la cadera porque se desplaza hacia adelante.
Deformidades digitales
Existe otra problemática que no está relacionada con la altura del tacón sino con la forma de la punta. En los zapatos de tacón normalmente la punta es triangular, por lo cuál comprime el pie. Si hay un desplazamiento del centro de gravedad, con una mayor presión en la zona del antepié y una compresión en los dedos del pie, el resultado es una mayor posibilidad de desarrollar deformaciones digitales y otras patologías por compresión, como pueden ser:
- Dedos en garra
- Neuroma de Morton
- Uñas encarnadas
- Helomas interdigitales (ojos de pollo)
Para muchos especialistas, las deformidades digitales son la consecuencia más grave del uso de zapatos de tacón.
Formas de evitar dolor de pies por tacones
Si el uso de tacones es algo usual en tu vida diaria, aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte a aliviar o evitar el dolor de pies.
Llevar zapatos de tacón de punta cuadrada o redondeada
Cada vez es más frecuente ver zapatos de tacón con una punta no totalmente triangular, sino parcialmente cuadrada o redondeada. Este diseño de zapato de tacón sería más recomendable para evitar esa presión que el tacón genera en el antepié y que puede favorecer deformidades digitales y patologías compresivas del antepié.
Uso de tacones anchos
Cuanto más estrecho es el tacón más probabilidades tenemos de sufrir esguinces de tobillo o incluso lesiones más graves como fracturas en la tibia o el peroné. Un tacón más grueso nos proporciona una mayor estabilidad y, por lo tanto, más seguridad para nuestros pies y articulaciones.
Uso de plantillas
Existen en el mercado plantillas especialmente diseñadas para la zona del antepié de los zapatos de tacón. La función de estas plantillas es absorber el impacto del contacto del pie con el suelo, reduciendo el dolor de pies.
Llevar zapatos de tacón de calidad
Independientemente del tipo de calzado, siempre es preferible adquirir zapatos fabricados con materiales de buena calidad que favorezcan la transpiración, evitando especialmente el plástico, para no padecer los efectos nocivos del exceso de sudor en los pies.
Elegir la talla adecuada
Utilizar un zapato de tacón de una talla errónea puede tener diferentes consecuencias para nuestros pies:
- En el caso de ser demasiado pequeño, va a aumentar esa compresión de los dedos de los pies. Esto, como hemos comentado, puede tener como consecuencia la aparición de deformidades como en dedo en garra o el Neuroma de Morton.
- Si el zapato es demasiado grande nuestra estabilidad al caminar se puede ver comprometida y corremos riesgo de lesiones.
Tratamientos para el dolor de pies al usar tacones
A la hora de abordar las diferentes patologías de los pies derivadas del uso de tacones es indispensable un diagnóstico completo de la mano de un especialista. Es recomendable para las personas usuarias de este tipo de calzado la visita periódica al podólogo para comprobar la salud de los pies.
En cuanto a problemas graves derivados del uso de tacones, existen dos procedimientos quirúrgicos ofrecidos en Clínica Planas y que se realizan de forma frecuente con muy buenos resultados:
Acortamiento de dedos
El denominado ‘pie griego’, en el que el segundo dedo es más largo que el resto, resulta normalmente incompatible con el uso de zapatos de tacón. No sólo por las molestias o dolores que provoca, sino también porque, con el tiempo, se puede acabar desarrollando un dedo en garra.
Para evitar los problemas funcionales del pie griego contamos con la cirugía de acortamiento de dedos, que en Clínica Planas realizamos de manera mínimamente invasiva.
La intervención dura unos 15 minutos y se realiza con anestesia local. El paciente podrá caminar inmediatamente con normalidad, con la ayuda durante unos días de un calzado ortopédico o bien con sandalias. En menos de una semana ya se puede utilizar el calzado normal.
Neuroma de Morton
El neuroma de Morton es el engrosamiento del nervio interdigital del pie. Provoca a la persona que lo padece dolor, sensación de quemazón e incluso calambres en la planta del pie. Y no solo eso, sino que limitan la funcionalidad del pie a la hora de caminar de forma cotidiana.
En función del tamaño de este neuroma, existen dos técnicas que podemos aplicar:
La solución por vía endoscópica, en la que se descomprime el ligamento que rodea el nervio afectado y se soluciona el problema de una forma sencilla y con una recuperación más rápida y liviana.
En los casos en los que el neuroma es de un mayor tamaño contamos con la técnica quirúrgica, que consiste en extirpar el nervio afectado. Así se soluciona el dolor crónico de forma permanente quedando la cicatriz en el pliegue entre los dedos.
Dedos en martillo
El dedo en martillo o dedo en garra es una deformidad del pie que consiste en la flexión progresiva del dedo que termina causando una contractura en flexión. Sus principales consecuencias son dolor, problemas con el calzado e hiperqueratosis (callosidades).
Es una patología muy común en personas que tienen pie griego (segundo y en ocasiones tercer dedo más largos que el primero), ya que estos dedos de mayor longitud se ven obligados a flexionarse.
Los zapatos de tacón, a causa de su característica punta triangular -que comprime los dedos- potencia las posibilidades de desarrollar esta deformidad.
La solución es siempre quirúrgica, aunque existen opciones de tratamientos podológicos para aliviar el dolor. Se trata de una cirugía percutánea, realizada a través de pequeñas incisiones de 1mm que no dejan cicatrices. El paciente puede caminar inmediatamente, con calzado normal o especial en función de la gravedad del caso.