El cáncer de mama es el más frecuente en la mujer, y uno de los tumores sólidos con tasas de curación más alta. Esto hace que hoy en día muchas mujeres que han vencido al cáncer hagan una vida normal y, lógicamente, tengan las mismas aspiraciones en cuanto a belleza corporal que el resto de la gente. En este punto la estética oncológica tiene un papel destacado.
Las consecuencias del tratamiento del cáncer sobre el aspecto físico de los pacientes pueden suponer un importante deterioro de su calidad de vida. Por este motivo es muy interesante que puedan disponer, además de muchas otras opciones más convencionales, de productos cosméticos especialmente desarrollados para su tratamiento y mejora.
Cuando una mujer ha padecido cáncer y recibe el alta su aspecto físico puede ser muy variado en función de los tratamientos recibidos. En muchos casos, sentirse bien por fuera no sólo es una cuestión estética, sino que se convierte en algo necesario para recobrar las ganas de volver a vivir.
Los tratamientos de quimioterapia, radioterapia o los tratamientos hormonales son efectivos para erradicar la enfermedad, pero éstos no atienden a sus efectos colaterales. La caída del pelo, la cirugía de extirpación, la sequedad de la piel, los eccemas causados por la radiación, la foto sensibilidad derivada de la quimioterapia y sus consiguientes reacciones cutáneas son algunos de los denominadores comunes de la enfermedad que, aunque están considerados sin importancia clínica, afectan a la calidad de vida del paciente.
En cuanto a los cambios producidos en la piel, los más comunes son la piel en tensión y atrófica o engrosada en las zonas de la cicatriz quirúrgica y, especialmente tras la radioterapia, una pigmentación más oscura en la zona donde se aplicó. En aquellas mujeres sometidas a la extirpación de la mama que se han reconstruido el seno, la piel del nuevo pecho puede requerir cuidados especiales, concretamente cuando se ha sometido a tensión en los procedimientos que incluyen expansión y/o prótesis. La quimioterapia y radioterapia pueden dar lugar a cambios o alteraciones molestas en la piel: se puede hacer más gruesa, más frágil, quedar hinchada o endurecida. Todas estas alteraciones mejoran con el tiempo.
Estas mujeres afectadas precisan de una buena hidratación, tanto por boca (beber líquidos), como por vía tópica (cremas y geles). Es muy importante utilizar productos libres de alcohol, perfume y otras sustancias potencialmente irritantes o alergizantes, es decir, utilizar productos formulados especialmente para pieles sensibles y muy sensibles.
La estética oncológica es una nueva especialidad estética que combate el malestar del paciente aun cuando la enfermedad está erradicada. Según Esther Palomino, responsable del Departamento de Estética de Clínica Planas Madrid “cuando viene un paciente que ha sufrido cáncer se pone en marcha un programa global que atiende a su psique además de su aspecto físico”. Para ello es importante estar muy preparado. Los cursos que se han desarrollado en la Clínica Planas de Estética Oncológica ayudan a las esteticistas a entender a estos pacientes. Según Esther Palomino “es importante saber que atraviesan una etapa de estrés y angustia y ocuparse de su aspecto físico les ayudará a reconciliarse con uno mismo. Hay que conseguir transmitir al paciente el hecho de que dedicar un tiempo a su imagen personal le reconfortará y les levantará el ánimo”.
Masajes
Una de las consideraciones a tener en cuenta en estos pacientes es que requieren unos cuidados especiales. Sentirse bien pasa por ser escuchado, no solo tratado, y sentir el factor humano en los tratamientos es imprescindible. Son pacientes que están en proceso de recuperación física y emocional y que necesitan unos cuidados puntuales. El equipo que trata a estos pacientes en Clínica Planas Barcelona y Clínica Planas Madrid está altamente cualificado y especializado en estética oncológica. Es importante ofrecer un recurso personalizado, cuidar el detalle para conseguir un tratamiento global y no desatender ninguna parte de la enfermedad”.
Uno de los tratamientos más demandados es el masaje. Más allá de la hidratación de la piel que se consigue, el contacto manual ayuda a paliar los dolores después de una radioterapia, por ejemplo, refrescando la piel y activando la circulación. Además, los masajes ayudan a relajarse y, aunque no están pensados como fisioterapéuticos, sí ayudan a descontracturar todo su cuerpo.
Masaje hidratante corporal
Se trata de un masaje por todo el cuerpo cuya función principal es la hidratación. Además de nutrir e hidratar la piel, estos masajes ayudan al retorno sanguíneo, por lo que producen confort y bienestar.
Masaje hidratante facial
Como su nombre indica el masaje se realiza en el rostro. Además de conseguir activar la circulación y paliar la sequedad, se presta una especial atención al contorno de ojos y labios ya que son los elementos que necesitan mayor cuidado. Los primeros porque es donde se refleja el cansancio provocado y donde puede tener mayor visibilidad la deshidratación. El segundo porque los labios son los más castigados por la sequedad a la vez que es donde más molesta esta secuela.
Masaje hidratante de manos
Las manos pueden sufrir una sequedad extrema y dolores articulares. Los masajes ayudan a hidratar y recobrar la sensación de bienestar.
Masaje circulatorio de pies y piernas
Los tratamientos con quimioterapia pueden provocar la aparición de edemas, entumecimiento y hormigueo en los pies y en las piernas. Un masaje en esas zonas paliará estos efectos colaterales del tratamiento. El masaje circulatorio tiene como principal función activar el retorno sanguíneo y eliminar la hinchazón.
Cuestión natural
Tratar a estos pacientes es una delicada actividad que precisa de unos conocimientos específicos y una actitud determinada. Su delicado estado de la piel los hace muy vulnerables a algunos productos que lejos de paliar su alterado estado lo provocan. El uso de productos naturales como el té verde, manzanilla o la rosa mosqueta son algunas de las fórmulas alternativas a los productos que contienen alcohol. Entre todos ellos, el té verde es el que tiene mayor número de aplicaciones cosméticas. Su efecto calmante y su beneficio anticancerígeno le sitúan en el primer puesto entre los compuestos más adecuados. Productos nutritivos más untuosos se combinan con los emolientes, más acuosos, para el tratamiento de este tipo de pieles.
Volviendo a vivir
Una vez el paciente es dado de alta, la necesidad de vivir al máximo se vuelve imperiosa. Los tratamientos de estética oncológica con ácido hialurónico, las infiltraciones, los implantes etc., todo se vuelve “necesario”. En esos momentos lo más importante es volver a sentirse bien y ya no existe inconveniente en que puedan someterse a tratamientos con láser o con aparatología médico-estética. Entonces, también Clínica Planas Barcelona y en Clínica Planas Madrid se ponen a su servicio. Porque siempre, no sólo cuando estamos pasando por un momento delicado de salud, necesitamos sentirnos bien para estar mejor.