Un fenómeno llamado Hormesis

Un fenómeno llamado hormesis

Hace varias décadas que se hablaba de que le fenómeno de hormesis fue la respuesta adaptativa de todos los seres vivos a su entorno, pero no fue hasta el 2002 cuando a través de una publicación de Calabrese y Baldwin (Defining Hormesis) se dio a conocer y empezó a aceptarse de forma definitiva. Hoy se considera fundamental para la creación de estrategias en el ámbito de la salud, supervivencia y calidad de vida.

El concepto de hormesis se refiere a las adaptaciones beneficiosas que han tenido que realizar los seres vivos para sobrevivir a las situaciones lesivas que han soportado y tienen que soportar, debidas a los cambios que sufre constantemente el medio ambiente que les rodea. 

Al margen de haber sido un fenómeno crucial para la evolución de las especies, también se puede ver como una forma de medir la capacidad plástica de un organismo vivo delante de la recuperación y el rendimiento, incluyendo la reparación celular, resistencia a enfermedades, proliferación celular, envejecimiento y longevidad, que son esenciales para la supervivencia en entornos difíciles.

Los límites de la hormesis están determinados por la “plasticidad” o capacidad de adaptación de cada especie y ser vivo.

Algunos ejemplos de esta respuesta adaptativa beneficiosa se encuentran en el cambio que tuvieron que realizar los organismos delante de la exposición de metales como los iones Cobre y Hierro, que, de las rocas, contaminaban las aguas dulces y el mar, presentaban toxicidad a los organismos por la producción de radicales libres, y dañaban y mataban a los seres orgánicos más simples. El resultado adaptativo y hormético fue la creación de varias enzimas (citocromo oxidasas, oxidasas multicobre, superóxido dismutasa…) y luego, con la evolución a seres más complejos como los mamíferos se les encontró una función útil tan importante como la unión del hierro con la Hemoglobina para el transporte de oxígeno a los tejidos.

La hormesis en el contexto actual

En toxicología y farmacología los fenómenos horméticos se investigan para encontrar la ventana terapéutica de un fármaco donde una dosis alta puede ser letal y una dosis muy baja no produce respuesta. La respuesta hormética es la dosis donde se produce la respuesta beneficiosa en el organismo.

El preacondicionamiento es un sistema que se puede utilizar para encontrar posteriormente una respuesta hormética. El primer ejemplo de preacondicionamiento se origino en los años 20 del siglo pasado exponiendo a varios tipos de plantas a radiaciones ionizantes. Después de 50 años se observó que dosis bajas de radiaciones creaban una respuesta adaptativa que protegía a las plantas de las mutaciones producidas por radiaciones ionizates de mayor intensidad.

Murray en 1986 demostró que el preacondicionamiento del corazón a una lesión isquémica lo protegía de un infarto posterior. Incluso en estudios recientes se ha desarrollado el término de pre-acondicionamiento remoto donde, creando una isquemia intermitente en una extremidad, se produce una respuesta adaptativa a todo el organismo incluyendo el corazón. A este fenómeno se le denomina preacondicionamiento remoto y como tal es la obtención de la respuesta hormética beneficiosa para el organismo.

El Preacondicionamiento como elemento terapéutico

Un gran número de enfermedades crónicas como las autoinmunes, metabólicas, cardiovasculares, tumorales…han aumentado en los últimos tiempos y van creciendo en la población actual. Es cierto que estas están asociadas al aumento de la longevidad pero no es menos cierto que también son debidas a nuevos desafíos a los que el organismo está sometido como el tabaquismo, el sedentarismo, la obesidad, estado socio-económico, política, nuevas toxinas, factores nutricionales, abuso de drogas, etc. y que causan una serie de enfermedades que tienen en común una inflamación de bajo grado por una estimulación excesiva e inapropiada del Sistema Inmune Innato y que son señales de peligro nuevas y no conocidas desde la perspectiva de la evolución.

Mientras que nuestros antepasados tuvieron que enfrentarse a situaciones de peligro mono-metabólicos como hambre, frío, sed o calor… la población moderna se encuentra sometida a riesgos metabólicos múltiples que forman un conflicto entre órganos, sistemas y adaptación de nuestros genes que desemboca a las enfermedades típicamente occidentales por una teoría llamada “hipótesis del desajuste”.

La situación de peligro monometabólica de nuestros antepasados creaba un hipermetabolismo, mientras que la situación de conflicto de nuestro sistema metabólico nos ha llevado a un hipometabolismo confirmado por la mayoría de pacientes que pasan por nuestra consulta y se les realiza un estudio del metabolismo.

El objetivo de conseguir un mejor grado de salud y de crear organismos resistentes, pasa por el preacondicionamiento previo de los mismos, para la creación de respuestas horméticas beneficiosas. Este hecho es similar a la vacunación, donde se busca una respuesta inmune a una serie de agentes microbianos, que nos pueden dañar sino hemos preparado anteriormente un mecanismo de defensa.

Vida Intermitente

Un artículo publicado por Leo Pruimboom en el año 2018 (intermittent living……) sugiere que nuestro genoma se formó y se adaptó muy bien delante de unas situaciones de hambre, sed, infecciones, frío, calor, ejercicio…de forma intermitente mientras que en los últimos 150 años, las personas son bebidas, “servidas”, comidas calientes, antibióticoss y refugio. Esta vida de confort es causal en el desarrollo del comportamiento sedentario. Un estilo de vida sedentario se puede considerar como una enfermedad en sí misma.

La creación de un preacondicionamiento a situaciones básicas como el ayuno, el frío, calor, la hipoxia, etc. dará como resultado una respuesta beneficiosa en pos de una mayor resistencia orgánica y flexibilidad metabólica que nos preparan para los desafíos de la vida moderna con mayor grado de salud y menor riesgo de contraer enfermedades.

Dr. Jordi Ibañez

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