Uno de los elementos, por definición, más importantes de la belleza de la mujer: son los senos. Su tamaño, posición y turgencia marcarán no sólo el bienestar estético, sino también, y en muchos casos, su bienestar funcional y psíquico. Repasamos dos de las principales técnicas quirúrgicas para conseguir nuestro objetivo, como son la elevación y la reducción mamaria. No es una simple cuestión estética, “en muchos casos nos encontramos con pacientes que llevan años sufriendo dolores de espalda y limitaciones en sus actividades sociales. Son mujeres que buscan una mejora funcional urgente”. Nos lo explica el doctor Javier Bisbal, cirujano plástico de la Clínica Planas, que también incide, para empezar, por las repercusiones psicológicas que puede tener la hipertrofia mamaria. Es decir, el aumento desmesurado del volumen de los senos, muy por encima de sus proporciones normales.
TIPOS Y REPERCUSIÓN.
Debemos dejar claro, para empezar, que la hipertorfia mamaria no responde a un único patrón de paciente. Puede darse, por ejemplo, en la pubertad y a causa de una hipersensibilidad a las hormonas femeninas. Estaremos hablando entonces de una hipertrofia virginal de la mama, que afecta a chicas “menores de 19 años años con un desarollo mamario de una mujer de 50”, asegura el doctor Bisbal. “Es una afección muy dura”, añade, “que las imposibilita para muchas cosas”. En estos casos, y teniendo en cuenta la edad de la paciente, será imprescindible el acuerdo de la familia, el senólogo y el psicólogo para intervenir. En pacientes más mayores, adultas, la hipertrofia suele deberse a un aumento del tejido graso que invade la trama conjuntiva mamaria. La consecuencia es una mama grande, poco elástica y con problemas vasculares. Son mujeres con motivaciones más funcionales que estéticas, “en algunos casos con verdaderas hendiduras en los hombros por el peso que sustenta el tirante del sujetador, además de otras molestias y lesiones”, afirma el doctor Javier Bisbal.
LA DOBLE INTERVENCIÓN
Ambos perfiles son candidatos a una reducción de mama o mastoplastia de reducción. Lo primero que hay que tener en cuenta es que se trata de una intervención mayor y, como tal, la paciente deberá superar un exámen médico previo y someterse a anestesia general. El objetivo será doble: reducir el tamaño de la mama y, a la vez, elevar la areola y el pezón. En efecto, en la práctica totalidad de los casos se habrán de combinar dos técnicas quirúrgicas. La mastoplastia de reducción y la cirugía de elevación. Es decir, el procedimiento para elevar la mama. Y es que, asegura el doctor Bisbal, “una mama muy grande jamás va a estar arriba, habrá caído con el paso del tiempo o por su propio peso”, añade. Llegados a este punto, no podemos dejar de citar las cicatrices. Son el hándicap fundamental de cualquier cirugía estética y, si cabe, más aún en la cirugía mamaria por las dimensiones que en ocasiones deben tener. No en vano, comenta el doctor Bisbal, “estamos hablando en algunos casos de un cambio de tamaño, de posición y de forma de la mama”. Según cuál sea el grado de caída -o técnicamente, de ptosis- las cicatrices serán de tres tipos. La más pequeña es la llamada periareolar, que resigue el ruedo completo de la areola. Sólo será posible en los casos en que la caída o ptosis de la mama no es muy grande; característica que se da en escasísimos casos de hipertrofia. El siguiente estadio sería el de una cicatriz como la anterior sumada a otra, de trayectoria vertical y que iría desde la areola hasta el pliegue submamario. En la última opción, cuando la caída es realmente muy grande y hay un gran sobrante de piel, el cirujano deberá optar por la cicatriz clásica: la que rodea la areola y añade una T invertida desde esta areola hasta el surco para acabar recorriéndolo. Se trata, en cualquier caso, de una cicatriz que se esconde perfectamente debajo de la ropa interior o de baño. Una vez curadas las heridas, y ya en el post-operatorio, es básico cuidar muy intensamente las cicatrices. “Dependen de cada persona, de la piel de cada paciente, de factores genéticos que no se conocen”, nos cuenta el doctor. Para disimularlas al máximo el equipo médico de la Clínica Planas recomienda seguir un protocolo especialmente pensado para este objetivo. Consiste en llevar sobre las cicatrices unas láminas de silicona adhesivas, “con una cierta compresión sobre ellas. A veces incluso añadimos un refuerzo en el sujetador para que haga una compresión selectiva. El proceso de cicatrización es muy largo, así que me gusta que sigan el protocolo durante 2 ó 3 meses, si es posible”, explica el doctor Bisbal. El protocolo incluye períodos de descanso, durante los cuales es recomendable masajear la cicatriz con algún aceite esencial, como el de rosa mosqueta.
ELEVACIÓN SIN REDUCCIÓN
Ya hemos dicho que es inimaginable una intervención de reducción de mama sin añadirle el procedimiento de elevación; pero sí al revés. Estamos hablando de la elevación mamaria pura sin reducción, que se aplica cuando una mama ha caído con la edad o después de sucesivos embarazos. En este sentido, afirma el doctor Javier Bisbal, “hay que tener en cuenta que la mama no tiene nada que la aguante: es una bolsa de piel con un contenido. Si esa piel cede, la mama caerá”. Del grado de ptosis o de caída, como ya hemos explicado en el apartado dedicado a la reducción, dependerá el tipo de cicatriz (periareolar, vertical o de T invertida). Además, y según el material de que disponga la mama y el volumen que desee la paciente, se podrá añadir o no una prótesis mamaria. Si una vez eliminada la piel sobrante y culminada la elevación la mama tiene un cierto contenido que satisface a la paciente, no hará falta; pero si no hay contenido o la paciente desea un volumen más llamativo habrá que añadirle un implante con una prótesis. Hoy en día, el hecho de poder utilizar grasa propia en los casos indicados permite no tener que utilizar material protésico en los casos en que no se requiera mucho volumen”, añade el Dr. Artur Carbonell. Como pasa en los casos de reducción mamaria, “es abrumadora la transformación en el carácter de las mujeres tras la intervención: se las ve más confiadas, más alegres. En definitiva, se les devuelve la autoestima y la feminidad que creían haber perdido”, concluye el doctor Javier Bisbal, cirujano plástico de la Clínica Planas.
Hola me gustaría saber si se puede hacer eso …porque me quiero quitar las prótesis
Apreciada Sandra, gracias por su confianza. Comentarle que sería necesario que acudiera a la consulta, para así poder estudiar su caso y darle un respuesta personalizada. Un saludo cordial
Hola soy de Ecuador, quiero hacerme este procedimiento pero la cicatriz me da.un poco de miedo en mi caso iria rn forma de ancla, o t invertida… cuanto tiempo se tardaría en cicatrizar bien? La señal no es muy notoria después
Apreciada Daniela, gracias por su confianza. Comentarle que desafortunadamente si poder ver su caso en consulta no es posible indicarle como se procedería en su caso particular y el tipo de cicatriz. Un saludo cordial
Qué Precio tiene sólo la elevació sin reducción, aproximadamente?
Apreciada Pilar, gracias por su confianza. Le facilitamos a continuación el contacto directo de la Srta. Silvia Fernández, coordinadora general de Clínica Planas. Ella le podrá proporcionar toda la información relacionada con el coste de la intervención. El teléfono de contacto es el 932 03 28 12 extensión 100. Un saludo cordial