El pecho es, desde siempre, uno de los elementos más característicos de la imagen femenina. Su tamaño, posición y turgencia marcarán no sólo el bienestar estético; también, y en muchos casos, su bienestar funcional y psíquico. Repasamos dos de las principales técnicas quirúrgicas para conseguir nuestro objetivo, como son la elevación y la reducción de pecho. No es una simple cuestión estética, “en muchos casos nos encontramos con pacientes que llevan años sufriendo dolores de espalda y limitaciones en sus actividades sociales. Son mujeres que buscan una mejora funcional urgente”. Nos lo explica el doctor Dorian González, cirujano de Clínica Planas, que también incide, para empezar, en las repercusiones psicológicas que puede tener la hipertrofia mamaria. Es decir, el aumento desmesurado del volumen de los senos, muy por encima de sus proporciones normales.
Causas de la hipertrofia mamaria
Debemos dejar claro, para empezar, que la hipertrofia mamaria no responde a un único patrón de paciente. Puede darse, por ejemplo, en la pubertad y a causa de una hipersensibilidad a las hormonas femeninas. Estaremos hablando entonces de una hipertrofia virginal de la mama, que afecta a chicas “menores de 19 años años con un desarollo mamario exagerado”, asegura el doctor Dorian González. “Es una afección frecuente”, añade, “que las imposibilita para muchas cosas”. En estos casos, y teniendo en cuenta la edad de la paciente, será imprescindible el acuerdo de la familia, el senólogo y el cirujano para intervenir y llevar a cabo la reducción de pecho.
En pacientes más mayores, adultas, la hipertrofia suele deberse a un aumento del tejido graso que invade la trama conjuntiva mamaria. La consecuencia es una mama grande, poco elástica y con problemas vasculares. Son mujeres con motivaciones más funcionales que estéticas, “en algunos casos con verdaderas hendiduras en los hombros por el peso que sustenta el tirante del sujetador, además de otras molestias y lesiones”, afirma el doctor González.
Cómo realizamos la reducción de pecho
Ambos perfiles son candidatos a una reducción de pecho o mastoplastia de reducción. Lo primero que hay que tener en cuenta es que se trata de una intervención quirúrgica y, como tal, la paciente deberá superar un examen médico previo y someterse a anestesia general. El objetivo será doble: reducir el tamaño de la mama y, a la vez, elevar la areola y el pezón. En efecto, en la práctica totalidad de los casos, habrá de combinar dos técnicas quirúrgicas. La reducción de pecho y la cirugía de elevación. Es decir, el procedimiento para elevar la mama. Y es que, asegura el doctor González, “una mama muy grande jamás va a estar arriba, habrá caído con el paso del tiempo o por su propio peso”, añade.
Cuidados postoperatorios
Llegados a este punto, no podemos dejar de citar las cicatrices. Son el hándicap fundamental de cualquier cirugía estética y, si cabe, más aún en la cirugía mamaria por las dimensiones que en ocasiones deben tener. No en vano, comenta el doctor González, “estamos hablando en algunos casos de un cambio de tamaño, de posición y de forma de la mama”. Según cuál sea el grado de caída -o técnicamente, de ptosis- las cicatrices serán de tres tipos:
- La más pequeña es la llamada periareolar, que resigue el ruedo completo de la areola. Sólo será posible en los casos en que la caída o ptosis de la mama no es muy grande; característica que se da en escasísimos casos de hipertrofia.
- El siguiente estadio sería el de una cicatriz como la anterior sumada a otra, de trayectoria vertical y que iría desde la areola hasta el pliegue submamario.
- En la última opción, cuando la caída es realmente muy grande y hay un gran sobrante de piel, el cirujano deberá optar por la cicatriz clásica: la que rodea la areola y añade una T invertida desde la areola hasta el surco para acabar recorriéndolo.
Se trata, en cualquier caso, de una cicatriz que se esconde perfectamente debajo de la ropa interior o de baño. Una vez curadas las heridas, y ya en el post-operatorio, es básico cuidar muy intensamente las cicatrices. “Dependen de cada persona, de la piel de cada paciente, de factores genéticos que no se conocen”, nos cuenta el doctor.
Para disimularlas al máximo y acelerar el proceso de recuperación de las cicatrices, el equipo médico de la Clínica Planas recomienda seguir un protocolo especialmente pensado para este objetivo. Consiste en llevar sobre las cicatrices unas láminas de silicona adhesivas, “con una cierta compresión sobre ellas. A veces incluso añadimos un refuerzo en el sujetador para que haga una compresión selectiva. El proceso de cicatrización es muy largo, así que me gusta que sigan el protocolo durante 2 o 3 meses, si es posible”, explica el doctor González. El protocolo incluye periodos de descanso, durante los cuales es recomendable masajear la cicatriz con algún aceite esencial, como el de rosa mosqueta.
Elevación mamaria sin reducción
Ya hemos dicho que no es probable una intervención de reducción de pecho sin añadirle el procedimiento de elevación; pero sí al revés. Estamos hablando de la elevación mamaria pura sin reducción, que se aplica cuando una mama está simplemente caída o después de sucesivos embarazos. En este sentido, afirma el doctor Dorian González, “hay que tener en cuenta que la mama no tiene nada que la aguante: es una bolsa de piel con un contenido. Si esa piel cede, la mama caerá”.
Del grado de ptosis o de caída, como ya hemos explicado en el apartado dedicado a la reducción, dependerá el tipo de cicatriz (periareolar, vertical o de T invertida). Además, y según el material de que disponga la mama y el volumen que desee la paciente, se podrá añadir o no una prótesis mamaria. Si una vez eliminada la piel sobrante y culminada la elevación la mama tiene un cierto contenido que satisface a la paciente, no hará falta; pero si no hay contenido o la paciente desea un volumen más llamativo habrá que añadirle un implante con una prótesis.
En estos casos el reto será conseguir la simetría y las formas adecuadas. Reto certificado por los años de experiencia en cirugía de mama que acredita la Clínica Planas. Como pasa en los casos de reducción de pecho, “es abrumadora la transformación en el carácter de las mujeres tras la intervención: se las ve más confiadas, más alegres. En definitiva, se les devuelve la autoestima y la feminidad que creían haber perdido”, concluye el doctor Dorian González, cirujano de Clínica Planas.
TRATAMIENTOS RECOMENDADOS
Elevación de pecho
La elevación mamaria permite recuperar la posición y firmeza de los pechos que, por motivos como la lactancia o el adelgazamiento, han provocado la caída de los mismos.
Si tengo fibromialgia me puedo reducir los senod
Apreciada Magaly, gracias por su confianza. En un principio si es posible someterse a la intervención, pero es necesario que primero le visite el internista. Un saludo cordial.
Cuanto cuesta reducir un seno como el otro del mismo tamaño y luego poner dos silicones para tener la misma forma
Apreciada Cristina, gracias por su confianza. Indicarle que es necesaria una primera visita con el cirujano para que pueda evaluar su caso de forma personalizada. Esta primera visita es gratuita, y se le proporcionaría el mismo día un presupuesto personalizado.
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